11/04/2011

Estaciones y navegación

A.Deniaud/Tara Expeditions


Dos estaciones científicas, 700 millas recorridas, y un nuevo compañero para esta larga travesía en el Pacífico Sur: un faetón que decidió viajar con nosotros. Volando sin descanso  sobre la goleta, el ave marina no parece sospechar que nos quedan todavía más de 1600 millas por delante, casi dos semanas de navegación, antes de llegar al Canal del Morro, en la entrada de Guayaquil.
A finales de la tarde, el viento de frente que teníamos desde nuestra salida de Isla de Pascua ha girado afortunadamente. Tara a su vez ha podido desplegar sus alas blancas para surfear las olas al compa de sus compañeros del aire.
Después de una estación larga y otra corta en el giro del Pacífico Sur, la tripulación se aleja de este torbellino oligotrófico para llegar a regiones más ricas en plancton y nutrientes. A pesar de la baja densidad de micro-organismos en el giro, las últimas cosechas fueron interesantes. Entre otros, un phronima (suborden Hyperiidae) quedó atrapado en las redes y ha despertado el interés colectivo. Como salido de una película de ciencia ficción, este crustáceo con ojos desproporcionados con el cuerpo vive en el esqueleto gelatinoso de un organismo que ha comido antes. La observación microscópica de este extraño animal es a la vez aterradora y emocionante.
Buena pesca para la Manta. Esta red grande en forma de raya ha recolectado durante sus dos horas de inmersión un gran número de partículas sintéticas, confirmando así un estudio en el que había trabajado el científico Vicente Taillandier. "Se analizaron los datos  de satélite compilados sobre veinte años, relativos a los campos de viento y los campos de corrientes en la zona: llegamos a la conclusión de que el giro del Pacífico Sur es potencialmente una “zona basurero”. La recolección de la Manta  confirma parcialmente este hipótesis de que las partículas de desechos se acumulan aquí”. Esta concentración de residuos de plástico también se encuentra en el giro del Pacífico Norte, arriba de Hawái, y será el objeto de un estudio parte del programa de Tara Oceans.
Mientras Stéphane Pesant, jefe de la misión, y los científicos a bordo preparan la próxima estación, los marineros se turnan al mando del barco y aseguran su mantenimiento. En esta zona remota del mundo, cualquier fallo o incidente puede derivar en algo más dramático; Ellos hacen entonces rondas rigurosas en cubierta y sala de máquinas.
Fuera del trabajo diario, los marineros compiten en imaginación para traer un par de horas de diversión a esos largos días de navegación: ejercicio de seguridad orquestado por el capitán, sesiones de marinería por el segundo oficial; ¡Unas semanas más y los científicos a bordo se convertirán en marineros de verdad!

Anna Deniaud.