20/05/2011

El final de una etapa (Galápagos - Guayaquil).



Lunes, después de la larga subida del río Guayas desde el mar hasta la ciudad, llegamos al  muelle. En nuestra primera visita a Guayaquil estuvimos amarrados en la marina pegada del  Malecón. Esta vez Tara esta en exilio en el puerto comercial. Nos más visitas protocolares  o encuentros con escolares; La escala es meramente logística. Debemos descargar todas las muestras y cargar 2 toneladas de material, incluidos los productos químicos de conservación de  las muestras porvenir y diversos instrumentos de laboratorio.
Toda la tripulación está trabajando cuando de repente aparecen seis siluetas con cascos y chalecos  fosforescentes: bajo el atuendo de rigor en estos muelles atestados de fenwicks y contenedores, reconocemos nuestros compatriotas Taranautas: Rainer Friedrich de World Courier, Steffi Kandels - Lewis- del EMBL y Celine Dimier de la Estación biológica de Roscoff (CNRS) están allí para organizar la descarga. Hiro Ogata, Nigel y Celine Bachelier toman el relevo de una parte del equipo de científicos y embarcan para el próximo tramo.
3 metros nos separan del muelle. Hasta que las autoridades portuarias lo autoricen, los que llegan no pueden subir a bordo y no podemos nosotros desembarcar. El celoso chequeo del barco por los oficiales dilata más de dos horas. Finalmente recibimos la autorización de instalar la pasarela y abrazar nuestros compañeros de equipo. Gaby Gorsky y Nigel, el nuevo director científico, no desperdiciaron el tiempo y ya están metidos en grandes debates planctónicos.
Al día siguiente, Tara se vacía antes de llenarse. 200 litros de muestras son guardados en frigoríficos mientras cientos de frascos y tubos se almacenan para las próximas estaciones. Se nota la experiencia de desembarques anteriores, desde Egipto a Chile pasando por las Maldivas: Rainer, el responsable del shipping ya ha completado más de diez veces la misma operación. Con la ayuda de todos el demuestra una notable eficacia. Pero cada traspaso tiene sus matices,   el despacho aduanero se ve cada vez más tedioso y surgen siempre inconvenientes.
Esta vez el pequeño problema es la marea: es ahora marea baja y Tara se encuentra entonces a 4 metros por debajo del nivel del muelle; Nada fácil para cargar y descargar. " Alles gut ! Das ist ein klein problema”. Vamos a lograrlo. Rainer sonríe. Entre un subir y bajar de cajas, Gaby y Chritian Sardet siguen departiendo ciencia con Nigel y los demás investigadores. Están satisfechos con la cosecha de este último tramo: “un leg elegante”. Así lo califica Gaby. Se percibe su satisfacción científica, pese a los cambios obligados y repentinos del programa.
"Las aguas recogidas en las últimas estaciones entre Guayaquil y las Galápagos son ricas en plancton, y zooplancton en particular; Pocas veces damos con tantos ejemplares de gran tamaño. Además el hecho de recorrer tres veces este tramo entre Guayaquil y las Galápagos nos permite hacer un magnifico “transect” vertical de la corriente ecuatoriana. La siguiente estación que realizará Nigel en este tercer paso será importante porque se ubica arriba de una zona de erosión muy peculiar, un cráter en el fondo oceánico. Buscamos aportar hipótesis sobre las razones de esta erosión”.

Nigel no es ningún novato; Es su 3ª vez a bordo de Tara, pero la primera en calidad de jefe científico. "Empezar por una estación larga con un nuevo equipo científico y un objetivo tan pesado, no es precisamente relajante”. Nigel lo admite con una sonrisa serena; La famosa flema británica a bordo.
Celine Dimier y Steffi están terminando su organización meticulosa del almacenaje a bordo.  Seffi precisa: "Sin un protocolo preciso y una estricta organización, las rotaciones de equipos diferentes serían imposibles. Nadie podría encontrar nada”.
Además del material, Celine (nº 1, la cocinera-chef) avitualla Tara por un mes de navegación. La preparación de Tara no descansa hasta el último momento. A las 22 h llega el nitrógeno líquido, a las 23 el segundo lote de alimentos: siempre hacen falta cebollas y las cantidades suministradas son muy aleatorias. Pero mañana por la mañana a las 8 a.m, con o sin cebollas, zarparemos. Para 35 días de mar, de ciencia y las Gambiers.

Sibylle d’Orgeval