30/06/2011

4 nuevas especies de coral en las islas Gambier


Eric Beraud buceando. S.d'Orgeval/Tara Expeditions


Tara lleva ahora un ritmo “coralino”. No más grandes distancias, como en el leg anterior Guayaquil - Islas Gambier. Estamos viviendo de modo casi sedentario en la laguna de las islas Gambier por 15 días.

Diariamente, partiendo del anclaje, los dos zodiacs llevan Francesca, Connie y los dos Eric a un sitio de buceo en la mañana y a otro por la tarde. Los buzos se sumergen con cincel y red para recoger muestras de coral, una cámara para documentar con imágenes los puntos de recolección y los corales. Durante una hora, exploran los fondos entre 10 y 15 metros de profundidad.

Se percibe el pequeño golpe metálico del martillo bajo el agua, sube una columna de burbujas encima de cada buzo. A bordo de los zodiacs, Mathieu y Julien custodian la progresión. Después de una hora, las cabezas salen a la superficie. Mathieu recupera los tanques: "¿Algo interesante?"

"Se parece al sitio de esta mañana", dice Francesca, "pero nada que ver con los sitios del primer día, donde había una gran cantidad de corales muertos y dañados. Aquí el coral es muy vivo, ¡hermoso! Y hemos recibido una visita más de un pequeño “punta negra". Los pequeños tiburones de la laguna parecen curiosos del trabajo de los científicos y vienen observar, sin sacar los dientes por el momento.

En 1974, el biólogo Jean-Pierre Chevalier realizó el último estudio sobre el coral de las islas Gambier y repertorio 54 especies, en una colección hoy conservada en el Museum de París. "¡Es fantástico estar aquí y continuar su trabajo! ¡Desde el domingo, ya he encontrado 4 nuevas especies! ¡Así que estamos a 58 ahora! Con su amplia sonrisa Francesca irradia una energía contagiosa.

Ayer Eric Béraud ha sacado del agua un gran bloque de poritas, un tipo de corales. 40 kilos en cubierta que van permitir estudiar la historia de la laguna. "Las poritas crecen 1 cm al año, así que imagina que este bloque de 40 cm nos va contar los acontecimientos de los últimos 40 años. Como un núcleo de hielo, o el corte de un tronco de árbol, nos dará información sobre la evolución de la salud de las aguas”.

Eric Roettinger, llamado "Kahikai", opera la tecnología de imágenes. Sale a “pescar” especies, las sube a bordo. La "mesa ciencia" le sirve para instalar un estudio fotográfico, igual que un estudio de moda pero en miniatura; La mayor diferencia es que sus modelos miden unas decenas de centímetros y posan en un acuario. Un fondo uniforme, dos focos laterales, Kahikai está listo para disparar. "¿Podrías mover la medusa al revés con la pipeta? Para ver mejor sus tentáculos”. La elegante criatura transparente sigue con sus pulsaciones y baila bajo los flashes. Es ya de noche, el aire es fresco, pero Kahikai, caliente debajo de su gorra, no ve pasar el tiempo y continuará con sus tomas en sesión nocturna.

El capitán Hervé Bourmaud, que había ido a Mangareva con la esperanza de comprar combustible al barco de avituallamiento, regresa con las manos vacías. Aleas de la vida de las islas, el Nuku Hau, el barco esperado desde hace 2 días, no está anunciado todavía. "El que en paz avanza" toma su tiempo para cumplir con el mandato de su nombre.

Mañana Tara cambia de anclaje, por dos días cerca de Taravai, la isla al oeste de la laguna. Fondeados al amparo de la isla, estaremos a salvo del “noirot”, un viento pronosticado a 25 nudos los días que vienen.

Sibylle d'Orgeval