03/06/2011

Sobrevivir en el desierto.


Radiolario en simbiosis con micro-algas (en amarillo).
Johan Decelle/SB Roscoff/CNRS/UPMC/Tara Oceans

Johan Decelle ha cosechado los frutos de dos días de la estación 111. La mayoría de las muestras está guardada en frío, en nitrógeno líquido para los estudios de ADN o en el refrigerador para los estudios microscópicos; El ha conservado una pequeña parte para su observación en el laboratorio seco a bordo.

La cosecha es bastante pobre en organismos vivos. La estación 111 se hace en el umbral de un desierto oceánico. Pocos individuos para estudiar, pero un interés multiplicado por diez. "A pesar de la escasez de nutrientes siempre encontramos protistas. ¿Cómo pueden ellos sobrevivir en estas zonas áridas? El tema fascina Johan, es la pregunta que le atormenta.

¿Habrán desarrollado, estos protistas del desierto, unas habilidades especiales de supervivencia?

"Estos protistas de la familia de los radiolarios son collodaria, el tipo de protistas que uno ve en ambientes “áridos”, una" tribu del desierto ", bromea Johan. Frente a la adversidad los collodaria eligen la solidaridad: se juntan y se rodean de una gelatina que los une en una mezcla. "una mermelada de mar", o " Sea jelly" como los nombro T.H Huxley, el primero en observarles en el siglo XIX. Tal vez deseaba encontrar un mundo mejor en lo infinitamente pequeño. Esta jalea actúa como una trampa para los copépodos, esos pequeños crustáceos planctónicos de los cuales se deleitan los collodaria cuando los capturan en su magma.

Como un nómada se une a los miembros de su tribu y forma una caravana para cruzar el gran desierto o para ir de caza, el collodaria hace alianza con sus congéneres para capturar presas grandes. Pero la estrategia de grupo, "la unión hace la fuerza", es claramente insuficiente para la supervivencia y han desarrollado otra artimaña más personal: la asociación con un socio complementario.

El nómada no se enfrentaría al desierto sin su compañero complementario, el camello. El collodaria también ha encontrado su pareja del desierto: las micro-algas. Van aún más lejos en su asociación: entran en simbiosis con ellas integrándolas en su seno para aprovechar su fuerza. Las micro-algas, capaces de fotosíntesis, traspasan a su anfitrión la energía que producen gracias al sol.

"Sabemos muy poco acerca de esta relación sin embargo observada desde el siglo XIX. Al parecer permite la supervivencia de los collodaria, pero sabemos muy poco sobre la naturaleza de esta interacción. ¿La micro-alga saca algún beneficio, o se trata de una relación depredadora, de sumisión, o de intercambio? ¡Eso es lo que me apasiona!" agrega Johan. "Nos damos cuenta en todos los niveles de la vida que no podemos vivir solos”.

Sibylle d’Orgeval

Estación 111 cumplida; Pequeño sumario en cifras.

2 días de despliegue intensivo.

3 sesiones al día: mañana, tarde, noche; Inicio a las 7 am, fin a media noche.

10 CTD (conductividad, temperatura, densidad) acrónimo de código de envío de la roseta, instrumento de medición oceanográfica de los fondos.

1 bombeo de superficie.

17 redes de muestreo desplegadas.

Más de 20 Kms de cable desenrollados.

Más de 5 millones de litros de agua filtrados por las redes.

9600 litros capturados por la roseta.

150 800 vueltas del diábolo (enrollar y desenrollar del cable).

1 lubricación del diábolo.

5 ballenas de visita

1 pequeña lluvia refrescante

0 dorado capturado (se tocaron las reservas hechas los días anteriores).

0 winch desmontado.

Muchas horas de sueño para recuperar

12 horas de escuchar la banda sonora de "Kill Bill" repetida.

1 clase de yoga cancelada.

20 litros de café consumidos.

8 kilos de pan tragados.

6 científicos, 5 marineros, 1 chef-cocinera, una periodista movilizados.

9 días de navegación por venir hasta la próxima estación X 1 CTD / día.