27/01/2012

Tara deja Savannah


Salida de Savannah. V.Hilaire/Tara Expéditions

A las diez de esta mañana, con quince personas a bordo, Tara esta bajando el río Savannah para volver al Atlántico Norte. Rumbo a Nueva York, con dos nuevas estaciones científicas programadas, una de ellas en el caliente Gulf Stream.

La niebla espesa se instaló una hora antes de nuestro zarpe. Los pilares del Eugene Talmadge Memorial Bridge se quedan opacos en el algodón. Después del tradicional saludo de sirena que anuncia una salida inminente, Loïc Vallette, el capitán, arranca en reversa. Sale un sol vencedor. Nuestro casco gris se despega suavemente del muelle de River Street. La marea está bajando.

Siguen las maniobras usuales. El inflable vuelve a su lugar en cubierta, se guardan defensas y amarras hasta la siguiente escala. En tan sólo dos horas, acompañados por golondrinas de mar en busca de comida y pelícanos, alcanzamos el Atlántico. Mar calmado, suave viento de sureste, unas condiciones de ensueño para nuestra primera noche de navegación.

En este leg "Gulf Stream" la tripulación es en mayoría francesa, matizada de una cubana, una alemana y un italiano. El idioma Inglés será el idioma de trabajo para llevar a cabo esta nueva etapa de nuestra misión científica alrededor del mundo.

Esta noche, estamos con toda la tela afuera, mayor, foque, trinquete y yankee. Avanzamos en el mar de los Sargazos a unos seis nudos, ya empujados sin duda por alguna cola del Gulf Stream. Sólo una cola porque, según Lars Stemmann, nuestro jefe de misión, sabremos sin lugar a duda cuando estemos en la mera corriente, al sentir la potencia de este flujo caliente que sube del Trópico y cruza el Atlántico Norte.

"El Gulf Stream tiene una potencia comparable al debito de 300 ríos Amazonas, o de 5000 Ródano. Su caudal promedio es de 55 millones de m3/s" nos precisa Lars en el primer briefing. Una corriente a la cual Europa debe su clima. Es un actor determinante de la circulación global del agua en nuestro planeta.

Antes de iniciar nuestra primera estación de medición y muestreo, número 144 desde que salimos de Lorient hace más de dos años, deberemos recorrer unas 400 millas y pasar Cape Hatteras donde el Gulf Stream lame la costa.

La primera estación tendrá lugar después de dos días de navegación, el 28 o 29. Será una estación larga dedicada exclusivamente al Gulf Stream. La segunda, tres días más tarde, nos ubicará encima de un remolino caliente, un “eddy” en movimiento en medio de una corriente fría bajada del Labrador. Sólo diez días nos separan de la North Cove Marina en Battery Park, New York.

Vincent Hilaire