21/03/2012

Un triángulo olímpico

El triangulo olímpico, Atlántico Norte. V.Hilaire/Tara Expeditions

Desde esta mañana hoy miércoles Tara progresa a vela. No tenemos un objetivo particular salvo el de permanecer en la zona donde nos encontramos para realizar la próxima y última estación de la expedición.

Loïc Vallette, nuestro capitán, ha decidido improvisar un circuito olímpico entre tres boyas imaginarias. Ello, para no quedar estáticos en un mar que se está formando y ​disfrutar de la navegación a vela, ecológica, económica y anti-ruido.

Así que esta madrugada, después de pasar una noche a la deriva al final de la estación 152, bajo la batuta de Baptiste Regnier el segundo oficial, los marineros izaron las velas. Loic vino con motor frente al viento para establecer mayor con un riso, trinquete y yanquee.

De los veinte nudos actuales, el viento de sudeste debe subir mañana a treinta y cinco nudos de sector Sur. Una regata de 300 millas con Tara de competidor único, hasta el viernes, fecha prevista de la estación.

Mientras tanto, los científicos como Eric Karsenti siguen con algunas pruebas sobre el zooplancton capturado en la estación anterior. Otros como Defne Arslan preparan los log sheets, las hojas de registro que permiten trazar las muestras recogidas. Sarah Searson computa todos los datos medidos por la roseta.

En resumen, este es un día de transición muy útil antes del próximo despliegue de los instrumentos que recolectarán la última cosecha de data. El viernes se inscribirá en nuestro libro con un número para recordar, el número 153, el número de la estación de clausura de la expedición Tara Oceans.

Habiendo personalmente vivido la salida de los hielos en la expedición Tara Artic, percibo esta próxima fecha límite de la misma manera, el final de un trabajo y de una gran aventura. Un momento que será un punto de referencia particular aunque forme parte de un conjunto.

En el comedor a penas movido esta mañana por un mar en formación con olas de un metro, cada uno está en lo suyo. Los científicos se están recuperando de dos días de estación, la tripulación sigue manteniendo el barco, prepara el almuerzo, hace su turno o contesta sus correos electrónicos. Nuestro pequeño pueblo galo nunca deja su rutina de vida, ni siquiera durante un triángulo olímpico.

Vincent Hilaire