27/07/2012

En Lorient para el verano

Tara en Douarnenez, Temps Fête. A.Deniaud/Tara Expeditions
Después de escalas en Irlanda y Bretaña, Tara regresa a su puerto base en Lorient. Nos quedaremos aquí hasta el 20 de agosto. Luego, participaremos en el Festival Internacional de Cine insular de Groix.

Estamos amarrados en la base de submarinos de Lorient, frente a la Cité de la Voile Eric Tabarly. Hemos llegado por la noche del lunes después de una navegación muy tranquila desde Douarnenez, con unas puntas de velocidad a 12 nudos en el Ras de Sein. Este recorrido celta nos ha permitido validar las reparaciones y cambios realizados en Tara en el transcurso de las obras de primavera.

La tripulación reducida que se quedará a bordo en agosto se dedicará a los acabados y hacer que el barco se vea lo más bello posible: pintura en cubierta, barniz, organización. Hemos sacado a tierra todo el equipo de seguridad para su control anual: balsas salvavidas, trajes de inmersión, extintores, Fenzys. Seguiremos también con la renovación de la red eléctrica más allá de los paneles principales.
Brieuc se queda con nosotros hasta fin de mes, concentrado en las modificaciones previstas al pie de los mástiles para hacer las maniobras más fáciles y seguras.

El barco está siempre lleno de vida. Anna Deniaud, la corresponsal embarcada, no deja de encontrar algún tema de inspiración. Myriam Tomás, a cargo de las operaciones especiales de Tara Expeditions, ha venido encargarse de los soportes de la futura exposición en París.
Baptiste Bernard, nuestro joven marinero, recibe la visita de su familia. Su padre, François Bernard, alias "Ben", es un veterano de Tara donde el vuelve a vivir con el mismo entusiasmo. El ha sido fotógrafo embarcado en repetidas ocasiones. Algunas de sus estupendas fotos se pueden apreciar en la galería nueva, aquí.
Loïc Vallette

26/07/2012

Fáilte!


Emmanuel Reynaud/UCD

Emmanuel Reynaud, coordinador científico de Tara Oceans, se especializa en tecnología de imagen. En julio, el dio la bienvenida a Tara y su tripulación en su ciudad natal, Dublín, en medio del denso acontecer del festival europeo “Dublin 2012 City of Science”. Reseña de la escala:

En el horizonte, el faro de Kish; Aparece la silueta de Tara detrás de un cargo de color rojo anclado a la espera de su autorización de entrada en la bahía. Después de mi último leg entre las Azores y La Coruña, deje Tara a principios de abril en Lorient. Recién salida del astillero, la goleta llega ahora en mi puerto, Dun Laoghaire, al sur de la bahía de Dublín, antiguamente Kingstown. Toda la tripulación está en proa para intercambiar saludos, y la saludamos con la bandera irlandesa desde la batería militar bajo un rayo de sol. Pero tan pronto como amarrado, Tara recibe una seria lluvia que celebra el regreso a casa de Teamhrach, Tara.

Recepción en el Museo Marítimo y en la capilla de los marineros, con un sólido Irish Coffee y una canción de Edith Piaf. Eric Karsenti llega directamente desde su barco amarrado en Lisboa para exponer Tara Oceans al ESOF. El se presta antes con valentía al encuentro-porridge con 300 niños. Más de 450 personas acuden al muelle a pesar del clima incierto para visitar el barco. Hasta la televisión irlandesa visita Tara, al igual que el Consejo de la Juventud de Dun Laoghaire y los jóvenes competidores del ISAF. Todo el mundo se felicita de esta primera visita de Tara en nuestro puerto y de la visión del plancton mundial presentada sobre kilómetro y medio en 40 paneles exteriores en el muelle este del puerto.

El estreno irlandés de Planet Ocean hace sala llena en presencia de Michael Pitiot, co-director, que yo no había visto desde hacía casi dos años. Patrick Poivre d'Arvor se regala un chapuzón a 12 grados en aguas de Irlanda. Es un placer intenso compartir de nuevo con todos en un ambiente irlandés.

Tara se alejara luego bajo la lluvia y chorros de lágrimas, llevando un mensaje de los jóvenes de Dun Laoghaire a Brest, su ciudad hermanada. ¡Vuelvan pronto!

Epílogo: En el marco del Festival de película científica Dublin 2012, el cortometraje "Invisible", que realizamos Evin O'Neill y yo sobre el plancton y su papel, ha ganado el primer premio. Volaremos entonces a Nueva York a finales de noviembre para presentarlo en la competencia del festival Imagine New York 2012.

Emmanuel Reynaud

22/07/2012

“Temps Fête” bajo el sol

Tara en Douarnenez.A Deniaud/Tara Expeditions
Después de 'Tonnerres de Brest ", Tara se une al festival "Temps Fête” de Douarnenez. Cuatro días de conciertos, debates, talleres y de un magnífico espectáculo de veleros, animan este encantador puerto de Finistere. Al igual que en Brest, el público acude a la cita de esta gran reunión marítima del verano. Agradable sorpresa, el sol también participa.
Es por una mañana brumosa que la armada deja Brest rumbo a Douarnenez. Con una brisa establecida, más de mil embarcaciones izan sus velas y compiten en belleza. De repente, el sol se decide a sublimar el telón de fondo salvaje y verde de esta costa de Bretaña. A bordo de Tara, la tripulación fascinada por el espectáculo se queda en cubierta.
Tras un día de navegación, aparece el puerto de Douarnenez y los veleros tradicionales hacen cola para entrar. El tráfico marítimo es denso. Por razones de seguridad, Tara entra de último. Mientras la goleta espera su turno para atracar, en los muelles la fiesta ya empieza en un prometedor atardecer rosado.
Promesa cumplida. Bajo un sol abrasador, los botes de vapor comienzan su balet en el puerto de Douarnenez, llevando el público al pie los grandes veleros de carácter. En medio de la multitud de barcos anónimos o famosos, unos cuantos barcos extraños, como los catamaranes sin timón, llaman la atención de los marineros experimentados. Aquí el más pequeño colinda con el más grande, pero cada quien se observa con respeto y admiración. Y luego, sea cual sea el tamaño del barco, los marineros se juntan cada noche para bajar algunas copas y brindar en bretón.
Último concierto última competencia de remo. Mañana al amanecer, Tara emprenderá el regreso a su puerto de origen, Lorient.
Anna Deniaud

18/07/2012

Tonnerres de Brest, truenos y rayos de pasion


Tonnerres de Brest 2012. A.Deniaud/Tara Expeditions

El barómetro está bajando, el cielo se ennegrece, pero nada detiene a los amantes de velas y veleros. Una muchedumbre deambula en los muelles. ¿Varias decenas, varios cientos de miles de visitantes? En Tonnerres de Brest, Truenos de Brest, en medio de un campo de mástiles y palos, la temperatura interna de la fiesta se mantiene alta. Desfiles de barcos, conciertos, bandas, cada rincón de mar y tierra ofrece un inolvidable espectáculo. Para esta reunión de apasionados y publico, Tara acepta una vez más desvelar sus redondas formas.

Como en 2008, A Tara se le ha reservado un espacio. En marea baja, la goleta encalla y revela a transeúntes y curiosos las formas íntimas de su casco de aluminio. Philippe Clais, quien estaba también presente en la edición anterior del festival, precisa: "A los organizadores les gusta que Tara venga aquí para que el público pueda apreciar esta forma de cáscara de nuez diseñada especialmente para navegar en el los hielos".

Pero colarse hasta aquí no es pan comido. Lunes por la tarde, Tara está anclado en la bahía del puerto de Brest. Los marineros se afanan en levantar los timones. La tarea no es fácil y el tiempo corre, debemos llegar al muelle antes de que la marea baje. Para llegar aquí, Tara zigzaguea entre los numerosos veleros presentes. Sin deriva o timón, la navegación es delicada, dos zodiacs ayudan a dirigir el barco. A bordo la tensión es palpable, la más mínima desviación puede ser fatal para las pequeñas embarcaciones cercanas. "Aterrizamos con menos de veinte centímetros de agua debajo del casco” comenta el capitán Loïc, “hemos rozado drakares miniatura a menos de un metro, imagino que pensaron que su última hora había llegado. Un paso de lado y les hacíamos papilla".

Amarras en posición, Brieu, el segundo, se pone su traje de buzo. Él debe aventurarse en las aguas turbias del puerto para verificar que el barco estará bien posicionado encima de los bloques de madera. La visibilidad es muy reducida pero el buzo logra guiar el capitán para colocarse en seguridad. Tara se asienta y estalla la música. En el muelle, bandas, cantantes y artistas callejeros se turnan para animar el vecindario del velero polar. Una multitud de visitantes se agrupa para admirar y fotografiar la goleta de leyenda.

En términos de veleros míticos, ¡Tara no es el único! Belem, Recouvrance, Pen Duick y muchos otros han hecho el viaje para esta vigésima edición del festival de Brest. Un momento de antología para los amantes de barcos antiguos que saben de mástiles y los reconocen desde lejos. De pie en su inflable, Michel Bourdin, treinta años de fotografía marina, está al acecho, esperando el momento en que el mar y el viento se sintonicen para sublimar estas joyas de arquitectura naval. Una cámara de película sensible, un disparo, y el cuadro en blanco y negro se guarda para la eternidad.

Momentos mágicos y asombrosas imágenes abundan en Tonnerres de Brest. La belleza del espectáculo es tal que casi da mareo, sobre todo a todos aquellos que sueñan desde hace tiempo con este viaje en la historia. Me estoy recordando que en 1996, antes de embarcarme en "La Fleur de Lampaul", una vela antigua, yo miraba desde lejos este festival del mar. La realidad de hoy supera mis expectativas de adolescente. Estoy en Tonnerres de Brest, con Tara y a sólo unos pasos de "La Fleur de Lampaul".

Anna Deniaud

17/07/2012

Tara en Tonnerres de Brest

Tara, Brest, 072012. A.Deniaud/Tara Expeditions

Tara es parte del encuentro Tonnerres de Brest 2012.

Fotos , aqui

15/07/2012

Tara en Brest: la goleta celebra 20 años de magia


Brest, público. V.Hilaire/Tara Expeditions

Después de poco más de dos días de una navegación placentera desde Dublín, con viento a favor, Tara llega a Brest. Tonnerres de Brest, Truenos de Brest, una reunión anual de veleros tradicionales de toda Europa, cumple veinte años, con cientos de velas más bellas una que otra. El evento dura hasta el 19 de julio. Después, toda la flota llamada Armada hará ruta hacia Douarnenez doblando el cabo de la Cabra.

Después de la punta de San Mateo, Tara entra en la bahía de Brest por su cuello de botella. Empieza la tarde, el sol está brillando y la brisa irisa la superficie del agua.

Después de la tradicional fotografía de tripulación que marca el final de una visita en tierra de Irlanda, Tara goza de un primer encuentro con el público a lo largo de los muelles del puerto comercial de Brest. En el micrófono, Jean-Louis Etienne comenta la continúa llegada de un flota procedente de todo el Viejo Continente. Drakares de Noruega, trimaranes de competición, rompehielos rusos, lanchas tradicionales de las costas de Francia. Un ballet alegre. Las tripulaciones y el público en tierra se saludan. Tara se dirige hacia la bahía para izar sus velas y dar unas vueltas de exhibición. La brisa sube a unos 20 nudos.

El horizonte se llena de velas de todos los colores y más de cien barcos se cruzan y se vuelven a cruzar. Velas antiguas rojas, spinnakers, clásicas configuraciones Marconi, barcos de dos y tres palos incluyendo el elegante "Recouvrance" lanzado aquí en Brest hace veinte años. Todos en cubierta disfrutan de este excepcional momento. Tara vira, establece su yankee, saca provecho del viento para ganar velocidad y despegar.

Mientras en tierra ya no es tan común, aquí el pueblo del mar concentrado por unos días intercambia efusivos saludos y salvas de fotos. Las tripulaciones aprecian a su valor esos momentos mágicos cuando se mezclan barcos de ayer y de hoy.

Tara vira de nuevo, la tripulación entra la danza de una maniobra a mano en modo de casi regata. Vueltas y horas más tarde, guardamos la tela y regresamos a un fondeadero seguro al atardecer. Esta noche a las 23, Tara participa en un desfile de barcos polares, la fiesta solo empieza, habrá más truenos antes del 19 de julio.

Vincent Hilaire

13/07/2012

En Dublín, Eric Karsenti fascina los científicos


Eric Karsenti, ESOF Dublin 2012.V.Hilaire/Tara Expeditions

Este viernes en Dublín, ante una audiencia de científicos de toda Europa, Eric Karsenti, co-director de Tara Oceans, ha presentado los primeros resultados de los dos años y medio de expedición. A penas cuatro meses después del regreso de la goleta en Lorient, ya están previstas varias publicaciones en los seis meses venideros. Después de su ponencia de una hora, Eric Karsenti ha recibido la ovación de su público.

Usted ha presentado anteriormente el proyecto Tara Oceans en muchos países y foros. Hoy, aquí en el ESOF (Foro científico europeo anual), ¿que le inspira esta nueva conferencia?

La conferencia que acabo de presentar a unos 200 científicos y periodistas es una de las primeras donde expongo unos resultados científicos avanzados concretos. La primera fue en la Escuela Normal de Paris hace poco. En general, los científicos están sorprendidos, muchos quieren ahora utilizar los mismos métodos, especialmente el protocolo de muestreo y análisis. Un investigador de Dublín me ha preguntado hoy si también el podría utilizar estos métodos y aumentar los intercambios con Tara Oceans.

Desde el regreso de la expedición, ¿cuál ha sido la labor de los laboratorios?

En los laboratorios del consorcio Tara Oceans, los investigadores están trabajando mucho. Los coordinadores científicos hurgan en los miles de muestras que hemos cosechado; Cuatro artículos mayores por ser publicados en revistas científicas están en curso de redacción. Intentamos reclutar investigadores de nivel posdoctorado. Hemos creado un sitio web científico dedicado en el EMBL, el laboratorio donde trabajo en Alemania; Así todos los coordinadores pueden compartir sus resultados y los avances de su trabajo. También hemos finiquitado el financiamiento ligado al "gran empréstito" asignado hace unos meses por el anterior equipo del Ministerio de la Investigación científica.

¿En qué plazo saldrán las primeras publicaciones?

Seis meses a un año. Un artículo cubrirá las estaciones realizadas en el Mediterráneo. Un segundo, la biodiversidad de treinta y cinco estaciones diferentes. Un tercero, los gyrus, esos virus gigantes. Y el último, los fagos, los virus de las bacterias.

¿Y para analizar todas las muestras, siempre están hablando de unos diez años?

Si.

Entrevista realizada por Vincent Hilaire

11/07/2012

Tara, un mito marítimo al encuentro de un mito irlandés


Tara entra en Dun Laoghaire, Dublin. V.Hilaire /Tara Expeditions

Es el guiño de nuestra semana en Irlanda: Tara, amarrado en el puerto de Dun Laoghaire en el sur de la bahía de Dublín hasta el próximo viernes, ya goza aquí, por su solo nombre, de una fama inusual.

En la mitología irlandesa, Tara es la capital de Irlanda, situada en la provincia de Midhe, en una colina del centro de este país celta. En un pasado lejano, Irlanda se divide en cuatro provincias regidas por monarcas y su sequito de druidas asentados en esta ciudad. En Tara se celebran todas las asambleas religiosas, políticas, judiciales, y la entronización de los reyes. Esa última es la oportunidad de banquetes excepcionales llamados "festín de Tara".

Es posible que Tara haya sido fundada a principios del Neolítico, cuando la población local empieza a erigir más construcciones megalíticas. Estas construcciones en forma de círculos son todavía visibles hoy en día, lo que hace de Tara un sitio arqueológico excepcional de una extensión de dos kilómetros. Las huellas de una presencia humana vieja de 3000 años, puesta de relieve durante el descubrimiento de este sitio en el siglo XX, abundan en las colinas de Tara, a unos cuarenta kilómetros de Dublín.

La edad de oro de Tara corre del siglo IV al XI. Desde aquí los monarcas rigen el funcionamiento de toda la isla. La leyenda también dice que es en Tara que se reúnen el rey Lóegaire y San Patrick. Este le convence, un trébol en mano, de la pertinencia de la Trinidad. Una vez convencido, Lóegaire autoriza San Patrick a iniciar la evangelización de la Isla Verde.

Otra anécdota de la mitología celta y la historia irlandesa relata que el 15 de agosto de 1843, es en Tara que el nacionalista Daniel O'Connell, conocido como "el rey sin corona", organiza una reunión simbólica gigantesca de 250.000 personas para la revocación de la Unión con Gran Bretaña. Pero el nacimiento de la República de Irlanda tendrá que esperar unos años más.

En Irlandés, Tara, "Teamhair Ri na", significa la colina de los Reyes. La famosa película "Gone with the Wind" publicitará aun más el nombre de Tara del otro lado del Atlántico. En esta ficción culta, Tara es la casa de la familia, el punto de arraigo y también de desgarro de esta familia representativa de la verdadera historia de la diáspora irlandesa.

Vincent Hilaire

Tara atraca en Dublín


Tara en Dublin. V.Hilaire/Tara Expeditions

La goleta llegó ayer a media tarde en Dun Laoghaire, el puerto histórico de Dublín. Para esta escala de tres días en Irlanda, con el futuro de los océanos y su principal inquilino, el plancton, en trasfondo, nos espera un programa muy consistente: dos conferencias, cuatro exposiciones y varias proyecciones de películas incluyendo "Planet Ocean" de Yann Arthus Bertrand y Michael Pitiot, ya presentada en Rio+20. El punto culminante de esta visita en tierra de Irlanda tendrá lugar el jueves de 9:30 a 10:30: Eric Karsenti, co-director de la expedición Tara Oceans hará una ponencia en el contexto del ESOF, una conferencia científica europea celebrada este año aquí, Dublín siendo la ciudad europea de la ciencia en 2012.

En el horizonte, la silueta tan esperada: sin duda, es Tara. Estoy en el muelle sur de Dun Laoghaire en horas de la tarde y después de un vistazo con los binoculares, la visión de los dos palos paralelos en su casco gris me llena de alegría. Transeúntes curiosos y verlas ligeras se agrupan para presenciar la llegada de este mito flotante. Suave acercamiento con motores, no hay viento para izar las velas. Una madre con sus hijos venidos para la ocasión confirma que se trata de Tara.

El faro de la antigua batería militar que protege la bahía sur ofrece una perspectiva única. La mañana ha sido húmeda y gris pero un sol generoso se está ahora instalando. La buena estrella de suerte de Tara no le falla. Los once miembros de la tripulación y el público gozan de un buen espectáculo de llegada. Pasada la entrada del puerto, empieza la maniobra de atraque, gestos repetidos en muchos puertos del mundo. El público al pie del faro se traslada hacia el muelle donde Tara se está amarrando, se lanzan las líneas, la “ballena" se inmoviliza. "Hola François, Que tal Loïc”, vuelvo a encontrarme con caras conocidas, viejos amigos de a bordo. “¿Buena navegación?", "Sí, es bueno estar de vuelta al mar" confiesa Daniel Cron, el jefe mecánico. Después de tanto tiempo en obras en Lorient, los Taranautas vuelven a navegar. Y no en un mar cualquiera: en el Mar de Irlanda, ¡por favor!

Vincent Hilaire

09/07/2012

Pennmarc'h toma su turno


© Tara Expeditions

Después de unas cuantas horas de navegación, el faro de Penn Marc'h aparece poco a poco en el horizonte bajo los rayos del sol poniente. Un guiño a la goleta que comienza aquí su verano celta.

Lentamente el cielo se tiñe de matices oscuros y la noche arropa la silueta de Tara. Las luces urbanas de la costa se prenden como linternas. Penn Marc’h toma su turno, un destello cada cinco segundos.

El trazo del oleaje es más espeso que tinta china. Un halo persiste al oeste hasta las 23:30. Los instrumentos de navegación se convierten en los ojos de Tara. A bordo, cada quien toma su lugar para esta primera noche mar afuera. El equipo del turno de 00:00h – 04:00h toma el relevo.

Al cruzar la calzada de Sein el golpe de las olas resuena en el casco de aluminio. La noche nos está tragando, rumbo hacia Ouessant.

Fin de un primer turno a bordo de Tara. Es 0h00.

Myriam Thomas