12/12/2014

Cirugía a corazón abierto



Desde hace tres semanas, Tara se encuentra en la Cité de la Voile en Lorient, al lado de otros barcos legendarios como los Pen Duick. Por fuera, todo parece tranquilo. El incesante ir y venir entre el barco y nuestro almacén ha terminado. Bodegas  vacías, la línea de flotación de Tara ha subido de varios centímetros por encima de agua.

Pero en el interior, la cirugía a corazón abierto sigue su curso. Thérèse lleva diez días suspendido por cadenas en medio de la sala-comedor. El motor de estribor, nuestro viejo alemán que, junto a su gemelo de babor Brigitte, suele propulsar Tara, requiere ahora de cuidados profundos. François Noël, actual jefe de máquinas a bordo y gran conocedor de estos gemelos, dirige la delicada operación.

Se desarma cada parte del motor: pistones, bielas, camisas, culatas, juegos de válvulas, bombas y otros, son inspeccionados y cambiados si necesario. Tapizada de  láminas protectoras, el piso cubierto con cartón, la sala se transforma en quirófano. Reina un olor diesel por todo el barco, herramientas y partes esparcidos en lo que es normalmente nuestro espacio de vida. Rearmar Thérèse y colocarlo de nuevo en su lugar debería ser un asunto concluido antes de Navidad.

Nicolas de la Brosse, capitán de Tara