22/02/2017

85,000 litros para la ciencia


Acabo de terminar mis tres años de doctorado en la Escuela Normal Superior de Ulm, en el laboratorio de Chris Bowler en el cual trabajé sobre los datos recolectados por la expedición Tara Océans. Puede parecer increíble, pero uno puede hacer una tesis entera sobre los datos de Tara Océans sin haber embarcado en la goleta. Entonces, cuando Colomban de Vargas y Sarah Romac, los directores “Plancton” en Tara Pacific, me propusieron embarcar para recolectar plancton entre Wallis et Fukuoka, no lo dudé un segundo.

Si bien la mayoría de los científicos embarcados en Tara Pacific se dedican esencialmente a analizar el coral, Guillaume, ingeniero de cubierta, y yo nos interesamos en todo lo que pasa alrededor del coral. ¿Cuáles son los parámetros fisicoquímicos del agua, cuáles son los microorganismos invisibles al ojo que pueblan el arrecife, qué hacen y qué tan diferentes son de aquellos que uno encuentra directamente sobre los corales mar afuera, cual es la influencia de una isla y de sus habitantes en medio del Pacífico sobre el ecosistema planctónico?

Nuestro trabajo científico se divide en dos tiempos: una fase llamada “isleña”, en la cual, dos veces por día, salgo en zodiac para recolectar el agua de mar alrededor de los arrecifes coralinos, con ayuda de la tripulación, a menudo Julie, Nico, Martin y Jon. Luego, de vuelta a bordo de Tara, lanzo una batería de análisis: genético, morfológico y fisicoquímico.
Tuve la suerte de poder muestrear en  las islas Tuvalu, Kiribati, Chuuk, Guam y Ogasawara; Unos lugares excepcionales que apenas yo lograba colocar en el mapa antes de zarpar. Ahora, desgraciadamente, son amenazados por el cambio climático.

Entre dos islas hay una fase llamada de “océano”: en esas navegaciones en alta mar, Guillaume y yo recolectamos cada día el agua mientras progresa el barco; Eso gracias a una serie de redes, bombas y mangueras que sumergimos en los lugares predeterminados con ayuda de los marineros, sea de día o de noche, bajo sol o lluvia, antes de realizar las manipulaciones que permitirán separar los microorganismos presentes en el agua.

Esas fases “de terreno” son exaltantes. Sé que por los 85,000 litros de agua de mar que hemos recolectado en dos meses a penas, sobre los 2 años de la expedición Tara Pacific, servirán de base a unos años de investigación y descubrimientos inéditos. Tara permite desarrollar unos enfoques y responder a unas preguntas que solo esta amplitud de muestreo e interdisciplinaridad pueden permitir. Para mí la aventura a bordo termina pronto, pero la de Tara Pacific solo empieza.

Flora Vincent
 

20/02/2017

Llegada a Fukuoka





Después de largos días en rudas condiciones de navegación, hemos atracado en el puerto de Fukuoka este domingo 19 de febrero. Luego de Ogasawara, hemos encontrado un viento contrario muy sostenido y un mar agitado antes de llegar a nuestra primera escala pública en la isla de Kyushu, en el sur del archipiélago.

Esta llegada marca el fin de la primera campaña oceanográfica de Este a Oeste de la expedición Tara Pacific. En el transcurso de esos 8 meses y 30,000 km recorridos, los científicos han auscultado los arrecifes coralinos y sus ecosistemas para comprender su biodiversidad y su comportamiento frente a los cambios medioambientales globales.

“Recibir Tara en Japón es muy emocionante para mí”, confía el Pr. Hiroyuki Ogata, el primer biólogo japonés de la Universidad de Kyoto  en haber embarcado en 2010, en la expedición Tara Oceans. “Hoy las universidades de Kyoto, Tokyo, Tsukuba, Kochi y Ruykyu  son parte de esta nueva aventura científica; Esta expedición contribuirá a las investigaciones que llevamos a cabo en las aguas japonesas y las Ruykyu”.

Es la primera vez que la goleta visita Japón  y va al encuentro del público japonés.
Etienne Bourgois, fundador del proyecto Tara Expeditions en 2003, precisa: “En los 30 países estudiados en el transcurso de la expedición Tara Pacific, Japón es el país donde Tara se quedará más tiempo, 2 meses, con 9 escalas previstas. Resulta esencial para nosotros compartir lo que estamos haciendo con el público japonés y en particular su juventud. ¿No son las nuevas generaciones las más concernidas por el Océano y los retos que enfrenta? ”.

Las escalas de Fukuoka, Onomichi, Kobe, Nagoya, Yokohama y Tokyo, permitirán al público subir a bordo, encontrarse con marineros y científicos,  para captar el hilo conductor de esos 13 años de expediciones, ilustrado por una exposición itinerante, proyecciones de documentales y conferencias. Será una oportunidad suplementaria para descubrir el Océano, un universo todavía mal conocido que cubre 70% de nuestro planeta.

17/02/2017

De Moorea a Fukuoka, Martin Hertau, capitán


Después de embarcarse en Tara en octubre pasado, en Moorea, Martin ha capitaneado la goleta cerca de 8.500 millas entre 16 atolones, 11 islas y 8 países, antes de llegar a Fukuoka, Japón, después de 5 meses y 1 semana de navegación.
Confidencias sobre esta extraordinaria experiencia a través del Pacífico.

¿Cómo se siente al visitar Japón por primera vez?
¡Estoy muy feliz de descubrir Japón! Recuerdo que, más joven, en la escuela secundaria, asistí a un festival de cine donde el invitado de honor era japonés. No sabía mucho sobre el país del sol naciente. Durante este festival,  encontré artistas japoneses y vi un montón de películas. Desde entonces, sigo fascinado por esta impresión, una sutil mezcla de modernidad y tradición que emana de Japón. Siempre supe que visitaría el archipiélago japonés algún día. Ahora, con Tara, tengo la oportunidad de hacer realidad ese sueño.

¿Cuáles fueron los aspectos más destacados de esta navegación para usted?
Los científicos recogieron miles de muestras, hemos completado cientos de inmersiones, se han turnado docenas de científicos y marineros, a menudo, con un calor difícil de soportar. Es muy estresante vivir y trabajar en el ecuador a bordo de un barco construido para el Ártico.

Estoy navegando desde hace años, pero esta primera travesía del Pacífico ha sido una experiencia realmente rica en todo tipo de emociones. Nos hemos reunido con reyes y líderes tradicionales, hemos pernoctado en un fale (hábitat tradicional), asistimos a servicios religiosos en islas muy pequeñas, descubrimos la carne de cerdo cocida en horno tradicional...Cada vez es una emoción muy fuerte, son lugares muy apartados, remotos.

La paciencia es la clave para navegar en el Pacífico. Las largas horas en las oficinas gubernamentales  para llevar a cabo los procedimientos administrativos nos han permitido conocer gente, conversar y compartir acerca de sus islas, su estilo de vida y las medidas aplicadas, o no, para proteger el medio ambiente.

He conocido a personas con sorprendentes opiniones sobre los impactos del cambio climático. En las Tuvalu, mientras esperábamos los permisos, entrevisté  una administradora sobre el aumento del nivel del mar. Ella me dijo: “Esto no nos plantea problema alguno. Dios tiene un plan para cada uno, entonces Él tiene un plan para todos nosotros”.

Me pasé horas llenando formularios para el barco. Para obtener el permiso de entrar y salir de cada puerto; También para obtener los permisos CITES de las muestras de corales.

Me ha impresionado el exuberante entorno tropical de las Tuamotu. Esto cumple con los sueños de  Polinesia de todo occidental. A menudo,  nos encontramos rodeados por ballenas jorobadas, hasta hemos nadado con ellas. El atolón de Wallis nos ha ofrecido una visión mágica cuando llegamos después de 4 días de navegación. Una increíble luz iluminaba el agua azul brillante que contrasta con el verde de los árboles nativos.

Antes de Futuna, el 50% de las inmersiones se desarrollaban en medio de arrecifes blanqueados y muertos. Todos teníamos la sensación de presenciar la desaparición del ecosistema coralino. Pero bucear alrededor de la isla de Alofi ha sido lo mejor en los últimos 4 meses, unos arrecifes  coloridos y llenos de vida. Guardo grabado en la retina las magníficas inmersiones nocturnas  con serpientes de mar en Niue y de los pecios de buques en las Islas Chuuk.

¿Cuál es el mayor reto como capitán de Tara?
La vida a bordo es intensa. La misión de Tara es muy ambiciosa, no siempre es fácil coordinar la ciencia, las relaciones públicas, los horarios apretados y las condiciones meteorológicas. Siempre hay un nuevo destino, cada escala es diferente. Debemos hacer frente a cada situación para asegurar la buena marcha de la expedición. Es un reto constante. Las semanas pasaron a una velocidad vertiginosa.

¿Qué piensa hacer después de desembarcar?
Todavía no lo he decidido. Estoy esperando una respuesta relativa a un nuevo certificado de capitán.  Tengo 2 opciones que llevan a caminos completamente diferentes. O regreso a mi barco en Guatemala y tomo un descanso, o vuelvo a estudiar el próximo año, para obtener un diploma  superior de capitán. Veremos.
Gracias Martin.

Sarah Fretwell



Martin Hertau, capitán, presenta Tara al rey de Wallis © Pierre de Parscau / Fondation Tara Expéditions










Didier Zoccola, jefe científico,  y Martin Hertau, en videoconferencia con la Agencia americana de observación oceánica y atmosférica (NOAA), con sede en Washington © Sarah Fretwell/ Fondation Tara Expéditions






Martin Hertau y el ingeniero Daniel Cron, descubriendo el transmisor de órdenes del pecio del Fujikawa © Pete West/ BioQuest Studios