21/03/2017

Los corales de Tokio


Diplastrea speciosa y Acropora pruinosa, corales de la bahía de Tokio © Tomohiko Higuchi

Las costas japonesas ofrecen nuevas perspectivas para los científicos de Tara. Los corales de superficie más septentrionales del planeta están aquí en Japón. Ubicados muy al Norte en relación a los arrecifes del Pacífico, los corales de Japón llaman particularmente la atención de los científicos.

La posición geográfica del archipiélago es peculiar, al estirarse a lo largo de 33000 km de la latitud de Quebec  a la de Cuba. Las variaciones climáticas impactan sobre la temperatura del agua y los ecosistemas. Frente a Tokio, donde el clima es templado, las laminarias, esas algas macro en forma de cintas anchas y largas, pueblan la mayor parte del paisaje subacuático. Más al sur, frente a Okinawa, los arrecifes coralinos encuentran condiciones óptimas a su desarrollo. Sería tentador concluir que el coral es un animal que solo prospera en aguas calientes, pero no es del todo cierto.

Poca gente lo sabe, pero la bahía de Tokio hospeda lo que los científicos llaman unas comunidades coralinas marginales. Sylvain Agostini, el coordinador científico del leg Japón de Tara Pacific explica: “El arrecife coralino es una estructura geomorfológica, un relieve, al igual que una montaña. Está compuesto por corales y algas calcáreas que conforman un ecosistema. Pero la presencia de corales no se limita siempre al arrecife. A veces, uno encuentra corales en zonas llamadas marginales, como la bahía de Tokio donde el agua es más fría. Los corales logran, entonces, vivir en ambientes más hostiles, más fríos.  Pero son menos numerosos y no logran desarrollarse tan rápidamente como para formar un verdadero arrecife coralino, un relieve”.

Un arrecife coralino precisa de dos condiciones básicas: una temperatura mínima 18°C  y unos  parámetros  químicos necesarios a la formación del esqueleto calizo. El desarrollo del esqueleto del coral depende de una taza de saturación de aragonito (o aragonita), una de las formas cristalinas del carbonato de calcio (CaCO3).

¿Cómo los corales marginales de la bahía de Tokio han podido recorrer tan grandes distancias hacia latitudes altas? El responsable de este desplazamiento se llama el Kuroshio, una corriente marina que acarrea aguas calientes del sur hacia el norte. Menos conocido que el Gulf Stream, el Kuroshio opera discretamente a lo largo de la costa pacífica japonesa. Trae aguas calientes desde las Filipinas y del Mar de China hasta el centro del Pacífico. A manera de una cinta rodante subacuática, el Kuroshio conecta zonas tropicales con zonas septentrionales.

En 15 días, Tara emprenderá su segundo leg científico. Por el momento, la goleta sigue con su misión de información y sensibilización: esperamos unos 1,500 visitantes a bordo en el transcurso de las escalas por venir. Mientras, Samuel Audrain, el capitán, afina los detalles logísticos de la misión. Nicolas Bin, segundo oficial, selecciona los mapas de navegación para trazar la ruta de una estación  de muestreo a otra. Toda la tripulación se alista para esta segunda etapa de Tara Pacific.

Noëlie Pansiot