Salimos
de Alotau el 1 de noviembre al mediodía, para llegar de noche a la isla de
Normanby, 43 millas al noreste. En la mañana,
canoas de niños y adolescentes rodean Tara con curiosidad y sonrisas de bienvenida.
A las 7:30, con un sol rasante ya instalado sobre el bosque tropical, desembarcamos
para saludar a los anfitriones. Nuestra delegación
dirigida por Simon Rigal y el observador
científico papú embarcado, Alfred Yohang Ko'ou, toca tierra en la isla de Soba
Soba. Los niños lucen encantados mientras los adultos, más retraídos, aguardan
el primer saludo formal.
Al pie
de dos viviendas hechas de palma trenzada, nos sentamos en el suelo alrededor
de una estera de palma desplegada para nosotros. Rodeados de perros, gallinas y
un puerco, la familia reunida nos da la acogida tradicional como es costumbre.
Alfred explica de donde venimos en idioma papú,
qué hacemos en la expedición, y, usando el mapamundi de su camiseta de Tara,
muestra el recorrido de la goleta desde Francia. Kanagola, el jefe de la
comunidad, escucha atentamente.
Nuestra
jefa científica, Rebecca Vega Thurber, Beckie, detalla luego nuestro interés en
esta bahía y lo que nos gustaría hacer allí. El jefe sigue prestando sostenida atención
en silencio, sin expresar reacción alguna. De repente, él sale de su silencio: "¡Ah, the bubbles! “ (Las
burbujas).
Beckie recuerda que una misión ya ha visitado
el lugar en 2013, para estudiar las burbujas de CO2 que emanan del fondo marino.
Kanagola asiente. Beckie concluye: “Hemos venido para hacer una nueva campaña
sobre esas burbujas de dióxido de carbono y sus consecuencias en el ecosistema
coralino. Luego compararemos estos resultados con los anteriores. El océano se está acidificando ahora mismo y ustedes
tienen, frente a su playa, un
laboratorio excepcional.”
El jefe
de la comunidad se muestra confiado: "Les doy permiso para hacer lo que
tienen que hacer aquí. Pero si van a la siguiente bahía, tendrán que pedirle su
consentimiento a la otra comunidad”.
Simon saca
de su mochila algunas revistas de Tara Junior en inglés, y se las da: "Son
revistas para niños, pero como adulto, aprendí muchas cosas." Kanagola le
agradece con una sonrisa.
El
ceremonial termina. Se nos da permiso para tomar algunas fotos de este cuadro de
la vida tradicional, sin electricidad ni agua.
Vincent Hilaire